domingo, 13 de abril de 2008

Publicidad


En la actividad publicitaria se tienen que distinguir dos vertientes claves. De un lado la persuasiva: la publicidad se encuentra, así, entre muchas actividades destinadas a transmitir e imponer opiniones, creencias y concepciones del mundo. De otro, la económica: es un instrumento de desarrollo del marketing y, en general de las tareas de comercialización de bienes de consumo.
Desde la primera perspectiva, la publicidad se relaciona con todos los tipos de discurso persuasivo que ha desarrollado la humanidad a lo largo de su existencia.
Por lo que hace referencia al contexto económico, la publicidad se relaciona con todas las técnicas de venta, comercialización y distribución desarrolladas a lo largo de la expansión del sistema capitalista. Así, la publicidad actúa como refuerzo de estrategias concretas de marketing y, en determinados momentos, es el ariete de la introducción de nuevos productos en el mercado.
La publicidad moderna tiene su origen inmediato en las últimas décadas del siglo XIX. Su origen coincide con el surgimiento de la prensa de información económica y la de masas en general. Aparece en forma de anuncios o reclamos impresos que estimulan a la compra de ciertos productos. Ya en aquellos momentos los diarios y demás publicaciones vieron en la publicidad un sistema de financiación adicional a la venta directa de ejemplares.

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